Los bomberos de Torremolinos están consternados por la muerte de uno de sus compañeros. Alejandro, de 51 años, fallecía ayer mientras practicaba apnea en su piscina en Alhaurín de la Torre. Fueron sus hijos, que previamente habían estado jugando con él en el agua, los que alertaron a la madre al ver que tardaba demasiado tiempo en salir a respirar.